Alopecia cicatricial: síntomas, diagnóstico y tratamiento

¿De qué se trata?

La alopecia cicatricial no es más que la fase final de agresiones o enfermedades en las que la piel normal es sustituida por zonas de tejido cicatricial, imposibilitando la regeneración del folículo y quedando definitivamente sin pelo.

Lo clasificamos como Primario o Secundario. Primaria, cuando una enfermedad cutánea afecta directamente al folículo piloso. Suelen ser enfermedades inflamatorias que destruyen el reservorio de células pluripotentes en la parte superficial del folículo. Secundaria, cuando una agresión - traumatismo, cirugía, radioterapia, infección, acné - determina una zona cicatricial que provoca una alopecia irreversible.

Síntomas de la alopecia cicatricial

Las enfermedades que determinan la alopecia cicatricial primaria no son muy frecuentes.

Entre los caucásicos, el más frecuente es el liquen plano pilar (LPP). En su forma más común, determina pequeñas calvas en las huellas o un retroceso de la línea anterior del cabello, aumentando la extensión de la frente. Esta última forma se denomina alopecia fibrosante frontal (AFF) y es más frecuente en mujeres posmenopáusicas. Se trata con corticosteroides y, a veces, finasterida. Mucho más rara y exclusiva de los caucásicos, es la pustulosis erosiva del cuero cabelludo, que provoca erosiones, escamas y costras y responde a la crema de corticosteroides.

En las personas de raza negra, la alopecia por tracción es la más frecuente. Viene determinada por la agresión física provocada por la tensión del trenzado del cabello y afecta sobre todo a la zona frontotemporal. Lo esencial es detener la agresión y en fases muy tempranas el minoxidil puede ayudar. Exclusiva de las personas de raza negra es la alopecia centrífuga central, en la que la zona de alopecia se extiende de dentro hacia fuera (responde mal a cualquier tratamiento). También es casi exclusivamente negro el acné queloidalis nucae, caracterizado por la inflamación de los folículos y la formación de cicatrices en la nuca. La foliculitis decalvante (FD) puede aparecer en blancos y negros y se caracteriza por mechones de pelo en mechones, costras, manchas con pústulas y zona de alopecia (normalmente única, que se extiende).

Menos frecuente, y presente en ambas razas, el lupus eritematoso cutáneo benigno (llamado discoide) también determina la alopecia cicatricial. El mejor fármaco para controlarla es la hidroxicloroquina.

Diagnóstico de la alopecia cicatricial

Como cada enfermedad se trata de forma diferente, hay que saber con precisión de cuál se trata. El diagnóstico puede facilitarse mediante dermatoscopia (visualización de la piel con aumento) y confirmarse mediante el examen histológico de la muestra de biopsia. Las células inflamatorias son linfocitos en el caso de la LMP o el Lupus y neutrófilos en el caso de la DF. En la fase final, la histología no puede decir qué enfermedad es, sino sólo que se trata de una alopecia cicatricial.

Tratamiento de la alopecia cicatricial

Estas enfermedades suponen un reto tanto para el diagnóstico como para el tratamiento y deben remitirse a dermatólogos con experiencia en su tratamiento. El primer objetivo es detener la enfermedad.

En una segunda fase, y con la enfermedad clínicamente no evolutiva, se puede probar el trasplante (10 o 20 implantes).

Si al cabo de un año sobreviven, es lícito intentar repoblar la zona de alopecia cicatricial mediante trasplante capilar. Lo mismo puede hacerse para las cicatrices de traumatismos, cirugía, radioterapia, infección o acné (en este caso para las cicatrices de la zona de la barba).

 

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