Fimosis: síntomas, causas y tratamiento

¿Qué es la fimosis?

La fimosis no corresponde al hecho normal de que el prepucio esté pegado al glande, situación frecuente en los primeros años de vida, a los seis meses sólo el 20% de los niños consigue exponerlo totalmente, pero casi el 90% lo consigue a los tres años.

Por regla general, alrededor del 90% de los prepucios son completamente retráctiles a los tres años, y menos del 1% de los hombres tienen fimosis a los 17 años.

El prepucio, además de su efecto protector en relación con el meato uretral, tiene otras funciones, como contribuir al placer sexual, lo que puede implicar una insatisfacción en los hombres circuncidados. Así, pueden evitarse muchas de las circuncisiones que suelen practicarse.

La fimosis sólo se convierte en un problema si causa obstrucción del flujo urinario, dolor, pérdida de sangre en la orina o infección.

Síntomas de la fimosis

En muchos casos, su única manifestación es la dificultad para retraer el prepucio. Sin embargo, pueden aparecer infecciones del glande o de las vías urinarias, erecciones dolorosas y dificultades para orinar, con una reducción de la intensidad del chorro de orina.

Causas de la fimosis

La razón más común reside en la dermatitis del pañal, que puede causar cicatrices y fibrosis. Al retraer la piel, el anillo del prepucio se estrecha. En otros casos, los padres, preocupados por la adherencia normal entre el glande y el prepucio, masajean la piel, provocando pequeños traumatismos que, al curarse, hacen que el anillo se estreche, dando lugar a la fimosis. También puede ser el resultado de una infección crónica asociada a una higiene deficiente. También puede darse en hombres no circuncidados o incluso después de la circuncisión. En los hombres mayores, la diabetes es un factor de riesgo de infección crónica y fimosis consecuente. Aunque es muy poco frecuente, la fimosis existe en las mujeres, afecta al clítoris y provoca dolor durante las relaciones sexuales.

Diagnóstico de la fimosis

El diagnóstico es clínico, realizado durante el reconocimiento médico.

Tratamiento de la fimosis

La cirugía está indicada para permitir una higiene adecuada del pene, para permitir relaciones sexuales satisfactorias en el futuro, para disminuir el riesgo de infecciones urinarias, del prepucio, del glande, y de enfermedades venéreas, cáncer de pene, además de disminuir también el riesgo de cáncer de cuello uterino en futuras parejas sexuales. Es importante mencionar que la fimosis no impide ni perjudica el crecimiento del pene y, por lo tanto, la cirugía no tiene esa finalidad.

En los casos no complicados, puede realizarse en torno a los siete o diez años de edad. Hasta entonces, puede producirse el desprendimiento normal del prepucio, evitando así la cirugía. A esta edad, el niño ya puede comprender la necesidad de la operación, lo que la hace menos traumática psicológicamente. Por otro lado, es importante que se realice antes de la adolescencia, cuando las erecciones más frecuentes hacen más doloroso el postoperatorio y aumentan el riesgo de complicaciones.

La cirugía se realiza de forma ambulatoria y, en la infancia e incluso en la adolescencia, se prefiere la anestesia general, generalmente precedida del uso de un sedante y un analgésico, para evitar que el paciente observe, participe y se asuste durante el acto quirúrgico, para evitar el dolor de los "pinchazos" de la aguja y de la introducción del anestésico local, para mantenerlo inmóvil y permitir que no recuerde el procedimiento, evitando así futuros traumas psicológicos. En cuanto a la técnica, la cantidad de piel a extirpar depende de la edad y del grado de fimosis.

En los niños más pequeños, se recomienda vigilancia, manteniendo una higiene adecuada y no forzando la retracción del prepucio en exceso, para no provocar cicatrices que agraven el cuadro clínico. La aplicación local de corticoides puede ser útil en algunos casos.

Prevención de la fimosis

La mejor prevención es enseñar a los padres una buena higiene de los niños, sin hacer masajes ni ejercicios, y reconocer y tratar adecuadamente la dermatitis, la dermatitis del pañal y las infecciones que puedan aparecer.

 

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