Hernia abdominal: síntomas, diagnóstico y prevención

¿De qué se trata?

Las hernias umbilicales son una de las formas comunes en el abdomen, así como las hernias inguinales que se producen en la zona de la ingle. Otra forma es la incisional, que surge en la zona donde se ha practicado una incisión quirúrgica.

Se calcula que alrededor del 10% de la población puede desarrollar un tipo de hernia a lo largo de su vida

Síntomas de la hernia abdominal

Detección de una protuberancia bajo la piel, generalmente indolora, pero que puede causar molestias y hacerse más evidente durante actividades de esfuerzo, como toser. La hernia tiende a remitir o desaparecer en posición tumbada. Los síntomas dependen del órgano que haya penetrado en la pared abdominal. Además del intestino, una hernia puede contener la vejiga, el colon o los nervios, y pueden producirse diferentes manifestaciones urinarias o sexuales.

En las primeras fases es posible reducirlo, es decir, empujar su contenido hacia la cavidad abdominal. Cuando aumenta de tamaño, puede quedar atrapado y ya no es posible reducirlo.

Si se interrumpe el flujo sanguíneo, se produce estrangulamiento, que se manifiesta por dolor, náuseas, vómitos y cese de las deposiciones con estreñimiento. En este caso, la piel sobre la hernia se enrojece, con marcados signos inflamatorios. Puede aparecer fiebre. En la forma estrangulada es una urgencia quirúrgica porque el intestino u otro órgano puede entrar en fase de necrosis, provocando una inflamación potencialmente mortal de la cavidad abdominal, llamada peritonitis.

Causas de la hernia abdominal

Los más comunes son la obesidad, el embarazo, actividades como levantar pesas, la tos crónica (que se da en enfermedades como la fibrosis quística o las infecciones pulmonares crónicas), el estreñimiento, el sexo masculino, los antecedentes familiares y haberse sometido a cirugía abdominal.

Todos estos factores, ya sea por aumento de la presión o por debilidad de la pared abdominal, aumentan el riesgo de desarrollar una hernia abdominal.

Diagnóstico de la hernia abdominal

Además del examen médico, la radiografía simple del abdomen puede ser muy útil.

Tratamiento de la hernia abdominal

En las hernias pequeñas, el tratamiento consiste en evitar actividades que impliquen esfuerzo, como levantar objetos pesados u otros ejercicios violentos. El uso de un corsé ayuda a reforzar la zona de la pared abdominal debilitada.

En general, la intervención quirúrgica está indicada cuando la hernia causa dolor o molestias importantes. La cirugía realizada se denomina herniorrafia y corresponde al cierre de la parte más débil de la pared muscular. Cuando esta región es extensa, se utilizan materiales sintéticos para reforzar las estructuras debilitadas.

Prevención de la hernia abdominal

Una postura adecuada al levantar objetos pesados, mantener un peso saludable y un tránsito intestinal normal (evitar el estreñimiento mediante una buena ingesta de líquidos y fibra y evitar retener durante demasiado tiempo el estímulo de evacuar los intestinos).

 

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