¿Qué es la ictericia?
La ictericia es la coloración amarillenta de la esclerótica (es decir, la superficie blanca del ojo) y la piel. Normalmente se debe a la inmadurez fisiológica del recién nacido, pero también puede significar enfermedad, por lo que los padres deben informar siempre al pediatra de su bebé.
La ictericia está causada por la degradación de los glóbulos rojos. Estos glóbulos se renuevan periódicamente, es decir, cuando algunos han llegado al final de su vida útil, son sustituidos por otros. Esta renovación requiere la intervención del hígado, que tiene la misión de limpiar parte de los productos de degradación de los glóbulos rojos. Cuando el hígado es inmaduro, puede aparecer ictericia en este ciclo fisiológico, que se mide cuantificando en la sangre una sustancia llamada bilirrubina. En términos generales, puede decirse que la ictericia es más evidente cuanto mayor es el valor de bilirrubina, de ahí el término hiperbilirrubinemia.
Hay que destacar que en los niños negros la observación de la ictericia en la piel es más difícil debido al color natural de los bebés, por lo que siempre hay que fijarse en el color de la esclerótica.
Causas de la ictericia
En los recién nacidos, la ictericia es en la mayoría de los casos fisiológica o del desarrollo. La ictericia del desarrollo suele desaparecer a los 15 días de vida.
Otra causa frecuente de ictericia en el periodo neonatal es la incompatibilidad sanguínea entre la madre y el recién nacido. Los padres conocen los distintos tipos de sangre, así como el factor RH. También pueden surgir incompatibilidades entre la sangre de la madre y la del bebé que provoquen una destrucción mayor y más temprana de los glóbulos rojos y causen ictericia.
Como toda la sangre humana no es compatible entre sí, pueden producirse reacciones inmunológicas defensivas con la consiguiente producción de anticuerpos.
Existen otras causas raras de ictericia en el periodo neonatal, generalmente asociadas a enfermedades importantes.
Síntomas de la ictericia
El síntoma principal es la ictericia propiamente dicha, pero en los casos de incompatibilidad sanguínea, asociada a una gran destrucción de glóbulos rojos, puede producirse palidez de la piel y las mucosas debido a la anemia asociada.
Diagnóstico de la ictericia
El diagnóstico de la ictericia es clínico, ya que se realiza observando al bebé. Pero el valor exacto de la bilirrubina se obtiene midiéndola en la sangre del recién nacido. Sin embargo, existen aparatos que miden los valores de forma transcutánea de manera fiable, por lo que en la mayoría de los casos más leves este método es suficiente.
Tratamiento de la ictericia
Cuando hay valores excesivos de bilirrubina en la sangre, el tratamiento es la fototerapia. Se trata de un tratamiento en el que toda la superficie corporal del bebé, excepto los ojos, se expone a una luz fluorescente especial con las características de disminuir la bilirrubina en la sangre y, por tanto, la ictericia. Durante este tratamiento hay que proteger los ojos y dar más líquidos al bebé.
Las creencias populares sobre el tratamiento de la ictericia poniendo al bebé al sol o dándole agua de piedras, no tienen base científica.
Prevención de la ictericia
La incompatibilidad sanguínea, concretamente del factor RH, puede y debe prevenirse administrando a la madre anticuerpos específicos. Las incompatibilidades del grupo ABO se detectan en el periodo neonatal, por lo que no hay prevención. La ictericia del desarrollo no puede prevenirse.
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