¿Qué es la incontinencia urinaria?
La incontinencia urinaria, también conocida como pérdida de orina, se define como la pérdida involuntaria de orina. Estas pérdidas suelen estar asociadas a un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico y/o a una hiperactividad incontrolada de la vejiga, dependiendo de la causa y del grupo de edad al que se refiera.
El tracto urinario inferior está formado por la vejiga (órgano que almacena la orina) y la uretra (canal por el que se expulsa la orina), que tiene un esfínter muscular.
La capacidad de almacenar y eliminar orina requiere una compleja serie de mecanismos interrelacionados en los que intervienen el cerebro, la vejiga, la uretra, los músculos del suelo pélvico y los nervios.
A medida que la orina se produce y almacena en la vejiga, los músculos de la vejiga (músculo detrusor) se relajan y estiran para acomodarla. Cuando el llenado de la vejiga alcanza un cierto límite (que varía de una persona a otra), se siente la necesidad de orinar. Normalmente, la vejiga debe vaciarse de cuatro a ocho veces al día y una o dos veces por la noche. La uretra y la vejiga están sostenidas por los músculos del suelo pélvico (un grupo de músculos que sostienen la uretra y los órganos pélvicos), que se contraen durante el esfuerzo físico para ayudar a evitar las pérdidas de orina.
Se calcula que los problemas de incontinencia urinaria afectan a unos 200 millones de personas en todo el mundo, siendo las mujeres la población más afectada por este problema, aunque también hay varios hombres afectados.
Existen varios tipos de incontinencia urinaria:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo (IUE): el esfuerzo físico (ejercicio, tos o estornudos) ejerce presión sobre la vejiga, la uretra es incapaz de permanecer cerrada y se producen pérdidas de orina. En este caso, la anomalía o debilidad se encuentra en la uretra o el suelo pélvico.
- Incontinencia urinaria de urgencia (UUI) - La UUI está causada por contracciones anormales e involuntarias de la vejiga (normalmente el músculo de la vejiga no se contrae hasta que estamos en el retrete, listos para orinar). Estas contracciones anormales, que se producen sin previo aviso, empujan la orina a través de la uretra y pueden provocar pérdidas.
- Incontinencia urinaria mixta (IUM): síntomas coexistentes de IUE e IUU. Hay que intentar determinar qué síntomas predominan y molestan más al paciente. El tratamiento implica el abordaje terapéutico de ambas formas de incontinencia.
- Incontinencia urinaria por reflujo: pérdida involuntaria de orina debida a la sobredistensión de una vejiga hipotónica.
- Incontinencia urinaria funcional: este tipo de incontinencia se produce cuando el paciente, tras haber reconocido la necesidad de orinar, es incapaz de llegar a tiempo al inodoro, debido a una movilidad limitada o a una enfermedad neurológica que le impide planificar esta acción de forma estructurada.
Síntomas de la incontinencia urinaria
En las mujeres, la vejiga y su salida están controladas por un grupo de músculos denominados músculos del suelo pélvico, que ayudan a mantener la vejiga cerrada. La incontinencia urinaria femenina puede producirse si estos músculos se debilitan y pierden flexibilidad. Actividades tan banales como estornudar pueden provocar pérdidas de orina.
En el caso de los hombres, la incontinencia urinaria más frecuente es el goteo continuo. La causa más frecuente es un aumento del tamaño de la próstata que impide el paso de la orina durante la micción. Tras una operación de próstata, la vejiga puede debilitarse, pero suele recuperarse al cabo de unos meses. La obesidad también puede provocar pérdidas involuntarias de orina, ya que aumenta la presión sobre los músculos pélvicos y abdominales.
En los niños no existe consenso sobre la definición, prevalencia y gravedad de la incontinencia urinaria. Cuando el desarrollo del sistema nervioso es normal, los niños dejan de tener incontinencia alrededor de los tres años. "Mojar la cama" no tiene por qué significar un problema de salud. Se calcula que aproximadamente el 5% de los niños de cinco años se orinan en la cama, y es más frecuente en los varones. Sus causas son infecciones urinarias repetidas o malformaciones del tracto urogenital. Salvo en casos como la incontinencia urinaria de etiología neurológica, que requiere un abordaje específico, muchas de sus manifestaciones revierten espontáneamente.
Causas de la incontinencia urinaria
Las causas más frecuentes son las infecciones urinarias repetidas o las malformaciones del tracto urogenital. A excepción de la incontinencia urinaria de etiología neurológica, que requiere un abordaje específico, muchas de sus manifestaciones revierten espontáneamente.
Diagnóstico de la incontinencia urinaria
El diagnóstico incluye:
- Diario de la vejiga: la persona registra cuánto bebe, cuándo se produce la micción, la cantidad de orina producida y el número de episodios de incontinencia.
- Exploración física: exploración ginecológica y evaluación del tono de los músculos del suelo pélvico. En los hombres, el tacto digital de la próstata a través del recto puede ser importante para detectar un aumento del volumen de la glándula.
- Estudios de laboratorio en sangre y orina: evaluación de la función renal y detección de infecciones urinarias.
- Ecografía pélvica: evalúa la presencia de alteraciones pélvicas.
- Prueba de esfuerzo: el paciente aplica una presión abdominal repentina mientras el médico comprueba las pérdidas de orina.
- Prueba urodinámica: determina cuánta presión pueden soportar la vejiga y el músculo del esfínter urinario.
- Cistograma: Una radiografía proporciona una imagen de la vejiga.
- Cistoscopia: se introduce un tubo fino con una lente en la uretra que permite la visualización directa del tracto urinario inferior.
Tratamiento de la incontinencia urinaria
Existen varias formas de tratamiento. Además del tratamiento farmacológico y quirúrgico, la reeducación pélvica también puede desempeñar un papel importante. A través de diversas técnicas, permite un fortalecimiento eficaz de los músculos del perineo, además de no ser invasivo ni tener efectos secundarios.
Prevención de la incontinencia urinaria
Para evitar la incontinencia urinaria es importante
- Beba cantidades adecuadas de líquidos. La deshidratación aumenta la irritación de la vejiga y facilita la incontinencia
- Seguir una dieta sana
- Controle su peso
- Cambia tus hábitos en el baño. Ve siempre que lo necesites. Evite las retenciones frecuentes y prolongadas, ya que pueden dañar los músculos de la vejiga y facilitar la infección urinaria. Vaciar completamente la vejiga
- Evitar el estreñimiento. El estreñimiento puede agravar la incontinencia urinaria
- Ejercite los músculos del suelo pélvico (ejercicios de Kegel)
Deja una respuesta