Infecciones: tipos, síntomas y como tratar

Infecciones causadas por bacterias

Entre las bacterias, el impétigo es la enfermedad más común. Es una infección superficial de la piel.

Síntomas

Se observan costras amarillentas o rojizas en zonas más o menos extensas. El paciente propaga la infección al moverla. Puede ser sin quejarse o con picor o quemazón. A menudo aparece solapada con otra enfermedad preexistente del cuero cabelludo.

Tratamiento

Se trata con un lavado enérgico con agua y jabón, pomada antibiótica tópica para eliminar las costras y, finalmente, un antibiótico oral (normalmente eritromicina o flucloxacilina).

Mucho menos frecuentes son las infecciones cutáneas más profundas, como la equimosis, que provoca ulceraciones cubiertas por costras, y la erisipela/celulitis, que causa grandes áreas de enrojecimiento e hinchazón, generalmente en pacientes con fiebre y malestar general.

Infecciones causadas por virus

¿De qué se trata?

Entre los virus, los más frecuentes que afectan al cuero cabelludo son el virus del herpes y el virus varicela-zooster.

Aunque el virus del herpes afecta con mayor frecuencia a la cara, también puede afectar al cuero cabelludo.

Síntomas

La varicela, como es bien sabido, suele afectar al cuero cabelludo, normalmente en forma de microvesículas.

El mismo virus (varicela-zóster) en quienes han tenido varicela es el causante de la llamada "zona", que suele afectar al cuero cabelludo. El dolor y el ardor son más intensos que en el caso del herpes simple y la zona afectada se extiende a lo largo del dermatoma (piel con el mismo origen embrionario y enervación común).

Tratamiento

Estas infecciones se tratan con antivirales orales (aciclovir, valaciclovir), que alivian el dolor y evitan infecciones secundarias. En los niños, el virus del molusco contagioso, muy frecuente, puede provocar ampollas deprimidas centralmente que el médico retira fácilmente.

Infecciones fúngicas

¿De qué se trata?

Los agentes más frecuentes varían en función de la geografía. En la mayoría de los países desarrollados, los agentes más comunes son los géneros Tricophyton y Microsporum.

Síntomas

Puede haber picor, que es la queja más frecuente, pero no es obligatorio.

En la observación, suele haber simplemente descamación en una zona localizada de la piel, y puede haber o no enrojecimiento, que es más evidente en la periferia de la lesión. Las lesiones crecen de forma centrífuga. En raras ocasiones, puede haber protuberancias con verdaderos lagos de pus o grandes placas amarillentas. El médico debe recoger material para poder identificar el agente.

Tratamiento

El antifúngico más útil es la griseofluvina, en los países que no se encuentra disponible este medicamento se suele utilizar terbinafina, itraconazol y fluconazol.

 

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